
Chirriaba el silencio al entrar a aquel pueblo. Comenzaba a anochecer y necesitaba encontrar algún lugar donde poder dormir. Ni un alma por sus calles, la principal igualmente
vacía. Puertas y ventanas de a lo sumo quince casas existentes, herméticamente cerradas. De un balcón salía escasa luz y me pareció ver una silueta de mujer, pero inmediatamente se apagó. Al llegar a la plaza, junto a la fuente, un esquelético perro aullaba a la luna llena. Retrocedí por si estaba rabioso y sin que notara mi presencia me colé por una estrecha calle que seguramente me llevaría a las afueras. Daría un rodeo hasta llegar al coche, pero no quería arriesgarme a ser encontrada por la muerte. Al salir del laberinto de encaladas casas fantasma, cuando la noche no deja ver ni tus manos, tras la sábana de niebla que helaba mi piel, pude leer
Posada de los muertos. Era un buen momento para brindar por la libertad y espantar pecados. Éste era el
camino.
6 comentarios:
¿Qué mejor sitio? Pasaré yo también y, si quieres, te invito a la próxima...
Un beso.
Oh! Has vuelto! Graciasgraciasgracias! Ahora tengo que empiltrarme pero contento de tener todo un blog para leerme mañana.
Y también mañana te añado a mi blogroll siempre que tú no indiques lo contrario.
Del post no comento porque aún no he leído nada, mañana será otro día.
Ese sitio me gusta, suena bién y misterioso....lo único el video de Mago de Oz.....pero el sitio descrito interesa.
Lo he leído todo del tirón. Qué talentazo.
y en ayunas? o ya desayunado?
Como prefieras...
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